IA y rutinas de trabajo: ¿qué nos depara el futuro más próximo?

IA y rutinas de trabajo ¿qué nos depara el futuro más próximo

Cada vez es más habitual incorporar herramientas de Inteligencia Artificial a nuestro día a día laboral. No importa en qué sector te muevas o para qué departamento trabajes.

Si eres una persona autónoma o asalariada. Si lideras un equipo o no. La IA se cuela en tu rutina casi sin darte cuenta y con el pretexto de facilitarte la vida. Pero ¿es realmente así? Para los nativos digitales solo cabe una respuesta: sí. Para quienes han de asumir ciertos avances, puede convertirse en un verdadero desafío.

Una tecnología llamada a transformar

En el mundo del marketing y la comunicación, la IA produce un gran impacto de la mano del análisis de datos masivos, la mejora de los chatbots conversacionales o las campañas automatizadas, que dejan el email marketing, tal y como ahora lo conocemos, en pañales.

Y es que, la IA favorece una alta personalización en cualquier campaña, incrementando el grado de alcance a un menor coste; un tipo de marketing y publicidad más relevante, efectivo y con mayores probabilidades de éxito. 
Todas estas ventajas se convierten en una verdadera palanca de cambio para cualquier empresa, sin embargo, no siempre es fácil manejarlas. A veces, se requiere del apoyo de equipos profesionales externos, capacitados para su gestión eficiente en la consecución de los objetivos empresariales.

De la sanidad a la banca

Por el momento, la IA se usa ya de manera habitual en el sector sanitario y en el diseño digital. Para los primeros, supone una herramienta de apoyo a la interpretación de resultados clínicos o en la ponderación de riesgos. Para los segundos, una forma de ahorrar tiempo, de ser más eficaces y productivos en las tareas diarias.

No son los únicos. En el mundo de la banca y los seguros la IA ha revolucionado el análisis de datos y la capacidad predictiva; en los departamentos de RRHH, la gestión de personal a través del denominado machine learning: análisis de curriculums, preselección de candidaturas, etcétera.

En todos esos casos, la IA pretende incrementar la productividad disminuyendo el margen de error de los procesos humanos, lo cual derivará en un cambio de paradigma, tanto para el mercado laboral como para la gestión del talento humano.